Hace unos meses empecé a hacerme las uñas de gel. En un primer momento no tenía muy claro si me iba a gustar esta técnica ya que trabajo con el ordenador todo el día y no sabía si sería incómodo llevar unas «falsas uñas» pegadas a las mías. Además, no soy nada atrevida con las manos y prefería hacerme una manicura clásica y lo más natural posible. Marta, una manicurista a la que descubrí por casualidad paseando por mi ciudad me ofreció hacérmelas de gel casi al mismo precio de un esmalte semipermanente y así ver si me convencía o no.
Hoy casi 4 meses después de esa primera vez puedo decir que esto de las uñas de gel es un buen invento y me ha convencido totalmente. Marta me las hace muy finas y cortas. Me gustan así porque parecen uñas naturales, no notas nada extraño, es como si fuera tu propia uña y además, puedo trabajar con el ordenador y hacer cosas cotidianas de la casa sin que me moleste el largo.
Como veis en la foto quedan muy naturales. A mí para el día a día me gustan así, con un toque de brillo o un color nacarado discreto, pero las podéis pintar de cualquier color, hacerlas a la francesa, ponerles algún brillantito, etc. Opciones hay para todos los gustos. En internet tenéis miles de formas, colores y estilos.
Recomiendo las uñas de gel en estos casos:
- Si te muerdes las uñas y no eres capaz de controlarlo
- Si se te rompen con facilidad y no consigues llevarlas largas o igualadas
- Si quieres llevar las manos bonitas y arregladas a diario
Si además las pintas con un esmalte semipermanente el resultado es fabuloso y en mi caso, duran en perfecto estado unas tres semanas. Si no fuera porque se me nota el crecimiento de la uña, no habría que retocarlas en mucho tiempo ya que el material y el esmalte se mantienen intactos como el primer día. Si eres de las que se queja porque le crecen muy lentamente las uñas te durarán fácilmente un mes. Y si una vez en casa notas que te las han dejado demasiado largas se pueden limar con una lima especial para este tipo de material. Vale unos 3€.
El precio de esta técnica puede variar de un salón a otro pero está en torno a 25-30€.
Yo ya no sé lo que es comprar un esmalte ni un bote de acetona y sobre todo, me he olvidado de lo que es esperar a que se te sequen las uñas con los pintauñas tradicionales que además, se te estropeaban a la mínima por cualquier golpecito o al realizar tareas domésticas. No obstante si para una ocasión especial quieres llevarlas de un color diferente, puedes esmaltarlas en casa con un pintauñas normal y después quitarlo con acetona.
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Actualizo el post a 15 de junio de 2018 para comentaros que sigo usando esta técnica (ya llevo casi dos años) y que estoy encantada. Es más, me he atrevido con colores rojos, corales, rosas y hasta una vez me puse un brillantito en una de las uñas. ¡¡Y yo que era de color «transparente»!! Os dejo una foto de las últimas que me he hecho.
Yo voy comodísima con las uñas de gel y totalmente despreocupada de que se me rompan o se me estropee el esmalte. El que utiliza Marta es de la marca Perfect Match de Lechat y brilla desde el primer hasta el último día. Es de una calidad buenísima. Os lo recomiendo totalmente.
Feliz día y hasta el próximo post.