Ahora que se acerca el buen tiempo, quiero dedicarle un post a los protectores solares. Esos grandes olvidados por muchas personas y que yo utilizo a diario durante todo el año (aunque no salga el sol).
Vivo hace años en una ciudad donde se puede ir a la playa prácticamente ocho meses al año y la mayoría de la gente está obsesionada con ponerse morena. Algunos hacen hasta «competiciones»: «mira, mira… yo estoy más negro que tú» …
Yo que no tengo un físico muy español (aunque soy española de pura cepa) me encuentro siempre con el mismo «problema» (y lo pongo entre comillas, porque el problema lo deben tener los demás, no yo) y son las críticas y no precisamente constructivas a mi blanca piel. Muy blanca, de hecho.
Yo no sé lo que es estar morena, jamás lo he conseguido. Pasé por una etapa, hace ya muchos años, cuando era una cría, en que intenté coger «colorcillo» y fue misión imposible. Los resultados tras tomar el sol eran una piel roja que con el paso de los días se empezaba a pelar. Y la verdad, quemarse con el sol nunca merece la pena, pero para acabar así, menos aún… así que hace un montón de tiempo que no tomo el sol y eso que me ahorro. Como mucho bajo un rato a la piscina de la urbanización pero poco más…
Sin ánimo de ofender a nadie, nunca llegaré a entender a quién le puede parecer bonito un moreno extremo que te deja la piel como una uva pasa y que te hace parecer unos cuantos años más mayor. Sin contar el deterioro que sufre la piel y las enfermedades que se podrían evitar cuidándola correctamente y sin someterla a un exceso de sol.
Algunas personas me preguntan: ¿Qué haces para tener ese cutis? La respuesta clave es ésta: NO TOMO EL SOL. Me cuido mucho, eso también, mis cremas son sagradas pero vamos, que salvo alguna limpieza de cutis de vez en cuando, no me hago nada en la cara más que limpiarla e hidratarla en casa y «huir» del sol…
Un poco de sol, de manera responsable y sin excesos, no es malo. Nos proporciona vitamina D, alegría y buen humor pero los excesos y el no protegerse hay que evitarlos.
Hay personas que se protegen sólo hasta que cogen color y luego ya no vuelven a echarse crema. ¡¡ERROR!! a lo mejor tu piel no se quema pero eso no implica que no puedas sufrir daños a medio-largo plazo. Cada vez hay más casos de cáncer de piel.
Os voy a enseñar dos de los productos que utilizo yo para protegerme de sol.
El que uso durante todo el año es éste de la marca Nu Skin. Se llama Sunright 50 (también tenéis Sunright 30 en función del tono original de vuestra piel).
Sus características principales son:
- Astaxantina (extracto de haematococcus pluvialis): ayuda a proteger la piel frente a los agresores ambientales. Este poderoso antioxidante ayuda a proteger la piel de los efectos visibles asociados con la exposición a los rayos UV.
- Extracto de Physalis angulata: ayuda a calmar la piel durante su exposición a los rayos UV.
- Aloe vera, bisabolol y panthenol: humedecen y calman la piel.
Esta crema me gusta porque no es nada grasienta, algo que detesto y que pasa con la mayoría de los protectores solares. Se absorbe por completo una vez que te la aplicas, es fácil de extender y cunde un montón.
Como todos los protectores solares hay que aplicárselo de 15 a 30 minutos antes de la exposición al sol. Es un producto resistente al agua. Además, sirve para el cuerpo y para la cara. No es necesario comprar una de cada.
Tengáis el color que tengáis y paséis las horas que paséis al sol, lo que está claro es que la piel hay que cuidarla y hay que usar siempre protección.
Yo utilizo a diario, para salir a la calle, protector solar. En invierno también. Y a parte mi maquillaje lleva protector solar adicional. Todo lo que vaya «al aire» tiene que estar protegido: cara, cuello, brazos cuando llevéis una camiseta de manga corta, manos… Esto que parece una tontería evita muchos problemas en la piel, manchas y lunares no deseados. Me he dado cuenta que al ser tan blanca y cuidarme tantísimo la piel, la gente (principalmente clientes, ya que trabajo de cara al público) me echan varios años menos de los que tengo y voy camino de los 35 en el momento de escribir este post (abril de 2017).
Por otro lado, utilizo un aceite seco en spray de Hawaiian Tropic con factor 30. Esto me lo echo después de nadar un rato en la piscina para complementar el Sunright 50 de Nu Skin. Es decir, que aunque es resistente al agua y mucho (aguanta 80 minutos de baño), yo por si acaso vuelvo a echarme protector y éste de Hawaiian Tropic es muy cómodo porque es en spray y en un minuto te rocías todo el cuerpo con él. Además, se seca en pocos segundos. Insisto en que lo uso como complemento ya que si tenéis la piel muy clara y sólo utilizáis este spray os podéis quemar. Al menos hay que ponerse protección 50 en casos de piel clara.
No olvidéis tampoco proteger vuestros labios con un bálsamo adecuado, un sombrero o gorra y unas buenas gafas de sol 🙂
DISFRUTA DEL SOL CON RESPONSABILIDAD
Feliz día y hasta el próximo post 🙂